La inspectora
Carmela Bermúdez está sentada en su despacho rodeada de dosieres. Con cara de
pocos amigos y un café bien cargado, observa detenidamente los folios que contiene
el caso de la venta ilegal de comida preparada, que tirando del hilo conductor
de esta trama, llegamos hasta la junta de Andalucía, en donde la corrupción ha
anidado en casi todos los cargos…
Carmela
enciende su cigarrillo electrónico con gesto nervioso… echa una bocanada de humo
pestilente a agua de rosas, que era la carga que regalaban con el artilugio.
─Esta mierda
de cigarrillo… ¡la vida ya no es lo que era! ─piensa para sí, lanzando el cigarrillo
contra la pared que va a estrellarse en el retrato de Felipe VI ─ay disculpa
querido, estos nervios me están dejando sin objetividad ocular. Agarra el
auricular del telefonillo interior.
─ ¡Trinidad, tráigame a Aurelia inmediatamente! ─ A esta la
voy a poner en su sitio, a ver si se pone las pilas con el caso de comida preparada
que, casi le cuesta la vida, además de haberle dado el puesto al inútil del doctor
en psicología, Paquito Buendía, en el despachito del Hospital Virgen del Rocío,
de Sevilla, que tanto se merecía la pobre Aurelia y donde atiende a todos los
afectados por la crisis que han caído en riesgo de exclusión social.
─¿la saco del
calabozo, Inspectora? ─dice Trinidad con un hilillo de voz porque le tiene
terror a Carmela.
─¡pues claro
Trinidad, si no como va a traerla ─estos subalternos cada día pierden más
neuronas
Carmela ha
decidido tener encarcelada a la doctorísima para su propia seguridad, lo único que
le sabe mal es que no le puede cambiar el rancho de comida por algo más
suculento pero cómo tampoco va a comer porque el estomago se le ha hecho
pequeño. Aurelia entra agarrada por el brazo de Trinidad Pérez, con los mismos
pelos de la noche anterior, la pobre no se ha podido asear en esa cutrez de
comisaría.
─Siéntate ahí
y pon atención ─le dice mientras se toma un tranquimazin
con un vaso de güisqui completito y le pone la misma consumición a la pobre
doctora en psicología. ─Traga y escucha. Esta noche hay que tomar por asedio la
Junta de Andalucía, así que quítate esos tacones y ponte estas alpargatas que
me traje de mis vacaciones en Mallorca el año pasado… ¡y péinate jolines que
das grima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario