Mi
nombre es Blanca Marchant pero este no es mi nombre verdadero. Mi Sombra no se llama así. Ella se llama…
desde hace algún tiempo decidí que ya no quería volver a escuchar ese nombre.
Sus tintes están demasiado manchados por tantas vivencias, que he llegado a
sentir vergüenza de él. Hay algo en ese nombre que no me gusta recordar, casi
todas ellas evocaciones escabrosas... he preferido suprimirlas del papel porque de la memoria no puedo…
Pretendo
escribir todo cuanto pueda, para llegar o por lo menos intentar, comprenderme a
mí misma. Es una tarea muy difícil que me dispongo a comenzar y de la cual no
estoy segura de responder. Podría ser que no lo consiga porque mi Sombra, se vuelve tan escurridiza que apenas si yo puedo reconocerla. De
esta manera, ella queda totalmente a salvo, eso sí, seguirá devorando mi centro y mi esencia. Estoy en pleno uso de mis facultades, todavía. Tengo muchas cosas
por analizar si quiero llegar a buen puerto con una nave que hace aguas. Es su última travesía.
Me es difícil organizar mi vida,
en base a cuantas veces mi Sombra ha
gobernado mi existencia y en cuantas ocasiones he intentado relegarla a la más
profunda de las oscuridades. Cuantas veces ella, ha sido el compañero, la amiga, la madre, la hermana, el padre o el amante
e incluso, el desagradable vínculo con la víctima.
También
tengo que tener en cuenta que yo misma intentaré boicotearme indefinidamente,
por lo tanto debo estar muy atenta en apostar por mi sinceridad en todo
momento. Hay cosas que escribiré aquí a las que llamaré innombrable pues de tan oscuras, las siento como una desgarradora
amenaza. Me gustaría traer a la memoria a algunas de las personas que anduvieron
conmigo parte del trayecto de mi camino por el precipicio. Unos vulgarmente aborrecidos, aquellos a los que odié, a los que admiré,
aquellos a los que amé. A los que desprecié, porque quizás en ellos, proyectaba el desprecio por mi misma.
Todos
tenemos dos caras, como en un espejo. Si observas bien no se parecen la que vemos
y la que no vemos. Nuestra Sombra, nuestro
Mr. Hyde. No puedo afirmar que me conozco sin conocer mi lado oscuro. Ahora
mismo intento reconocer mi propia vida como lo haría un ciego abandonado en una casa vacía. Esta bajada a los infiernos será un reencuentro con lo peor y lo mejor de
mí...
Continuara...
Continuara...