
Le doy un largo trago a mi vaso de güisqui,
después de sacar las fotos que serán el único testigo de mi obra, le echare la
capa de yeso que la cubrirá a modo de escultura. Después el horno sellará la obra. No hay mejor manera de ocultar
un asesinato, que dejarlo a la vista de todos. No me queda mucho tiempo, la exposición se celebrará en la sala Maison
des Cultures du Monde de París dentro de dos semanas.
Sólo me falta un detalle, todavía no
tengo escultura para mi Narciso agonizante.
Esta noche necesito descansar y mañana también, pero Narciso no puede tardar en
llegar… el arte no sabe de esperas. Ya casi puedo sentir la sensación de la
conquista y el olor de la sangre fresca… Narciso... amor... te encontraré.
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