sábado, 11 de junio de 2016

Vampiros a la carta I



        Después de un largo viaje, he regresado a casa. A casa de Eva, por supuesto. He recorrido calles, ciudades, países. Era un trabajo especial, un caso de criminalidad psicológica. Durante un periodo de tiempo he tenido que observar muchos rostros, distintas expresiones. Miradas que desentrañan muchos misterios. Misterios transparentes, esos que son de librito. Misterios emborronados, esos que tienes que pensar un rato y luego te cae la ficha. Misterios opacos, esos son los más difíciles. Has de hurgar bien en la tenebrosa personalidad de estos depredadores humanos, capaces de absorber una gran cantidad de energía de sus semejantes. No se puede uno dejar engañar, lo primero, es saber que tú también, como investigadora, eres vulnerable a esa vampirización, sangría energética  y espiritual.
       Pongamos, por ejemplo,  el caso, del Gran Alacrán. Este espécimen hembra  lo encontré en una urbanización de lujo, nadie diría que era un vampiro, más bien parecía caperucita roja huyendo, atormentada del lobo feroz.  Pero mi nariz intuitiva no me suele engañar, había algo en su mirada, un poco más allá de los ojos, donde se esconde el alter ego. ¡Allí estaba! Una vampira ganchuda y perseverante como una hormiguita recolectora, siempre al acecho, siempre envenenando… siempre chupando sangre. ¡Uff! fue un trabajo duro, pero finalmente fue llevada delante de las fuerzas del bien, restauradoras de personalidades vampíricas.
       Otro caso que me ha tenido muy ocupada, es el caso del vampiro en serie. ¡Devastador¡ este vampiro no deja títere con cabeza, es cansino. He recorrido cientos de lugares para poder atraparlo. Este vampiro es como el buey que arrastra el yugo de su propia necesidad devoradora. Su chupadera es dañina para él mismo pero, imposible de gobernar. No se sacia nunca, hay que arrancarlo de sus víctimas a lo bruto y se revuelve contra todo. Peligroso, este vampiro. La clave para atraparlo ha sido, no su alter ego, como en el caso del Gran Alacrán. Este vampiro fue atrapado por su propia estupidez y eso se paga. Chupar indiscriminadamente no es inteligente, hay que seleccionar…ahí cayó.

         Otros muchos vampiros me han ocupado este tiempo de trabajo en el extranjero virtual… Ya os seguiré contando… que no quiero agotar a los nuevos en el campo de la investigación profesional. Continuara...

1 comentario:

  1. Por aquí tenemos muchos vampiros, casos criminales dificiles, verdaderamente siniestros... algún día tengo que contarle a esa detective para que los atrape también.

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