
A lo que vamos...el timbre. ¡zasca! allí está Conchita saludando a todo el mundo como una diva retirada y decadente sobre la alfombra roja del Hollywood postmoderno. Con un vestido galáctico que recuerda a una mala imitación de la morena de Abba. Miro a mi alrededor, imposible escapar de la situación ni de la depredadora galáctica. Siento si apretado abrazo y esas dos pequeñas protuberancias que tiene por pechos, ella parece que quiere restregarse contra mi. Siento arcadas pero me derrumbo al sentir su aliento húmedo y caliente en mi oreja izquierda. Lo peor esta por llegar, siento sus manos como tenazas agarradas a mi brazo que luego se pasean impunes por mi espalda, me arrastra hasta el sillón para dos y prácticamente se me echa encima. Mi cabeza da vueltas sin encontrar la salida... me quedaré allí atrapado por toda la eternidad. Imposible moverme... mi fobia social me ha anclado a aquella ninfa deforme y al sillón que nos acoge.
¡Fobia social justificada! Parece que Conchita llegó huracanada. Como siempre, muy acertada la foto. Un abrazo y ánimo con el teclado, Edu.
ResponderEliminarGracias por tus ánimos Edu!
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