
Hoy solo me quiero presentar de nuevo y decirles que aunque lean lo que lean no piensen que va contra ustedes (que también) pero que es una cosa más generalizada. Es mi barrio, mi geografía, mi familia, mis amigos, mi compañeros de ideología, los turistas, los políticos, las sectas farfulleras y melifluas con sus adeptos cansinos y perseverantes. Mi país lleno de buena gente y gente buena taimada y envidiosa, llena de buenas intenciones y de malas acciones, capaz de creer en el espíritu santo y abominar contra el semejante. Capaz de acoger lo ajeno y matar, si es preciso, al vecino furtivamente en el rellano que se quedó a oscuras porque algún mal intencionado se llevo la bombilla, únicamente porque primero es él y los demás que se jodan.
Como ven, tengo mucha mierda en la cabeza y muchas ganas de sacármela de encima así sea echándosela a ustedes porque, si tuviera configurada la cabeza (como otros) me desfogara destruyendo contenedores, papeleras y demás enseres urbanos pero como mi configuración es la de conservar y preservar... pues, mal lo tengo en estos tiempos de destrucción.
Por hoy vamos bien, solo decirles que en general considero que el género humano, los hijos de Caín, con tantos intentos, acabará por conseguirlo: destruirse a sí mismo.
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