sábado, 14 de septiembre de 2013

Eva cruzando la vida

         En todas ellas hay una parte de nuestras vidas. Siempre caminando, siempre un paso por detrás,  llevando el peso del mundo. Amamantando a la humanidad con la leche de la sabiduría ancestral. Pocas veces reconocidas en el letargo del pensamiento opaco y lleno de violencia. No sabe el hombre descansar en el goce de la tranquilidad, de las sabanas blancas, de tantas lluvias que hacen que las semillas germinen en la tierra.
        Mujeres ausentes en muchos ámbitos, que aparecen y desaparecen
de la historia, de la literatura, de la ciencia y de la política. Mujeres innombrables, invisibles. Las olvidadas del progreso. Las que quisieron despuntar por propio talento fueron discriminadas, tuvieron que luchar contra la incomprensión de su tiempo, el fascismo, el racismo, la clase social o la identidad racial. Cómo tantos hombres... pero ellas más, doble golpe. Los derechos que disfrutan en la actualidad las mujeres del mundo occidental se ha conseguido por el esfuerzo de muchas de ellas que han trabajado para conseguirlo. Muchas han intentado hacerse un hueco en el mundo de los hombres,  las cosas han cambiado... pero hay infiernos en este mundo donde la violencia y la invisibilidad es para todas ellas su forma de vida. En todos nosotros hay un hombre y una mujer que pugnan por caminar juntos, para cuando la humanidad abra los ojos seremos una gran familia. ¡Queda tanto!

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